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El salmón español

<p style="text-align: justify;"> Recuerde la Espa&ntilde;a dormida, avive el seso y despierte, contemplando c&oacute;mo se pasa la vida. No son estrofas manrique&ntilde;as las que nos toca entonar en estos tiempos de promesas falsas, sextillas de pie quebrado, con versos octos&iacute;labos mezclados con los tetras&iacute;labos eternos.</p> <p style="text-align: justify;"> Si bien conocemos, que nuestras vidas son como los r&iacute;os que van a dar a la mar, tambi&eacute;n reconocemos nuestro af&aacute;n por abandonar las aguas saladas y remontar hasta las dulces, que favorecen tanto nuestro desove y plenitud.</p> <p style="text-align: justify;"> No hay otro pez que mejor represente el orgullo de ser espa&ntilde;ol que el salm&oacute;n. Pescado al que no le importa vivir la mayor&iacute;a de su tiempo en la sequedad de lo salado, sorteando los peligros de un mar con aspiraciones de eternidad. No contento con su vida regalada en lo salado, sue&ntilde;a con la dulzura de la sencillez del r&iacute;o, lugar propicio para perpetuarse, incluso aceptando que sea al precio de su propia vida.</p> <p style="text-align: justify;"> El salm&oacute;n espa&ntilde;ol representa la met&aacute;fora del&nbsp; hombre que nunca se conform&oacute; con la vida regalada. No hay vida plena sin el riesgo del ascenso a contracorriente y en contra de la obligaci&oacute;n de lo hist&oacute;rico.</p> <p style="text-align: justify;"> Estamos obligados a reinventar la Historia en estos tiempos de zozobra intelectual y confusi&oacute;n po&eacute;tica. No podemos dar por cierto los versos de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Esa actitud, de salm&oacute;n domesticado en piscifactor&iacute;a con agua y ox&iacute;geno, salada o dulce, nos ha llevado a creer que no puede existir la autenticidad en los d&iacute;as que tenemos que llenar.</p> <p style="text-align: justify;"> No debe importarnos el final ahumado de nuestros lomos, y estamos obligados a encontrar el cauce del r&iacute;o que nos invite a la lucha diaria . Es nuestra naturaleza la que se revela en lo m&aacute;s intimo de cada uno de nosotros para acometer el ascenso.</p> <p style="text-align: justify;"> Espa&ntilde;a no puede seguir consumiendo vidas de hombres congelados que no tuvieron ni la tentaci&oacute;n de huir de los se&ntilde;uelos de las diminutas moscas provocadoras.</p> <p style="text-align: justify;"> All&iacute; donde otros abandonaron su papel en la vida y su nado empinado, reivindico el gr&aacute;cil salto del salm&oacute;n, que lejos de dejarse abandonar en brazos de la poderosa corriente, escribe versos heroicos y dulces.</p> <p style="text-align: justify;"> No es tiempo sencillo &eacute;ste, de ca&ntilde;as de dise&ntilde;o y moscas artificiales, pero no son peores estos d&iacute;as que los que aquellos que llenaron de saltos tanto h&eacute;roes olvidados de nuestra Espa&ntilde;a que no fueron recordados en ninguna estrofa, pero que elaboraron el poema de nuestra forma de ser.</p> <p style="text-align: justify;"> Ahora, cuando el a&ntilde;o comienza su primer cuarteto, que necesario son los hombres que al salm&oacute;n emularon y admiraron.</p>