Lágrimas por Ozil

Escrito en 04 Septiembre 2013.

El fútbol actual se conjuga con verbos regulares. Su monotonía da sólo para prosa cuartelera de entrega por capítulos. La dictadura de las tácticas ha hecho grandes a entrenadores menores. Los clubes abandonaron su apuesta por la belleza del fútbol y se afanan con millones de euros en ocupar el interés de sus aficionados aburridos. No interesa tanto que disfruten con jugadores talentosos como que puedan comprar camisetas en tiendas oficiales glamurosas. Sólo hay esperanza en la revolución que imprime en el cesped el talento de algún jugador. Normalmente el futbolista que mima el balón, no suele ser el jugador metrosexual y portentoso en lo físico  que  buscan los directivos y entrenadores que no entienden la rima consonante en los versos endecasílabos. El jugador artista es delicado, necesita de la confianza de quien entiende la melodía elevada y no encaja entre los que desprecian el detalle pequeño. El Real Madrid ha escrito esta semana una de sus páginas más tristes de su historia futbolística. En el mismo día que los euros acaparaban los objetivos de las cámaras de los periodistas sedientos de titulares, pertrechaba la traición a uno de sus genios futbolísticos, Mesut Ozil. Cuando el día llegaba a su fin, se hacía real la salida del jugador alemán al Arsenal, y los madridistas que disfrutamos con la poesía en el campo nos quedamos sin aire. Gelsenkirchen, ciudad que se entusiasmó con otro de los prohombres del madridismo entusiasmada  Raúl González que fue también traicionado, vio nacer en 1988 a Mesut Ozil, hijo de inmigrantes procedentes de Devrek, provincia de Zonguldak, en Turquía. Sus abuelos llegaron a Alemania en la década de los 60, cuando el país necesitaba mano de obra extranjera para la reconstrucción. Dos generaciones después, Mesut se crió en Bulmke, un barrio obrero en el que su padre, Mustafá Ozil, trabajaba en una empresa de mármol para alimentar, junto con el esfuerzo de su mujer tunecina Gülizar, a sus hijos Mutlu, Nese, Duygu y Mesut, que tenía un sueño: ser como Zidane. Cumplió su sueño y jugó durante tres temporadas en el Real Madrid. Ozil representó la metáfora en los días grises y el verso suelto en las joranadas de sol y triunfo. Su talento es tan grande, que dibuja pases donde nadie ve, construye asistencias en el terreno de lo imposible y marca goles con rima a las profundas porterías. El dorsal 10 tenía sentido en la espalda de un genio que han querido echar por la puerta de atrás con la excusa de una buena operación económica para el club.  Como en la muerte de Viriato en la que se necesitó el concurso de  tres hombres, los  <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Osuna" style="text-decoration: none; color: rgb(11, 0, 128); background-image: none; font-family: sans-serif; font-size: 13px; line-height: 19px; " title="Osuna">ursonenses</a> <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Audax" style="text-decoration: none; color: rgb(11, 0, 128); background-image: none; font-family: sans-serif; font-size: 13px; line-height: 19px; " title="Audax">Audax</a>, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ditalco" style="text-decoration: none; color: rgb(11, 0, 128); background-image: none; font-family: sans-serif; font-size: 13px; line-height: 19px; " title="Ditalco">Ditalcos</a> y <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Minuro" style="text-decoration: none; color: rgb(11, 0, 128); background-image: none; font-family: sans-serif; font-size: 13px; line-height: 19px; " title="Minuro">Minuros</a>, en la salida de Ozil han participado el presidente Florentino, el entrenador Angelotti y su colaborador Zidane. Nunca ningún madridista pensó en que Ozil pudiera salir del Real Madrid. El dinero no dejó ver a la directiva su gran error, su vulgaridad cegó al traidor de Angelotti, y el buenismo de Zidane le restará autoridad frente a los jugadores. A los que amamos al fútbol sólo nos queda el derecho a recordar a los que lo mancillan que «Roma traditoribus non praemiat», esto es, "Roma no paga a traidores". Los periodistas se olvidarán de esta ofensa, pero los madridistas de corazón nunca lo olvidaremos. Gracias Mesut, sigue escribiendo bellas páginas literarias en los terrenos de juego. <iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/VSGnDooQ3sc" width="560"></iframe>