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Vidas microscópicas

<p style="text-align: justify;"> El hombre es un ser de dimensiones. De cent&iacute;metros, kil&oacute;metros o micras. Se encuentra bien en las distancias cortas y se atreve en muchas ocasiones con lo estratosf&eacute;rico.&nbsp;</p> <p style="text-align: justify;"> La vida cabe entre las lentes de un telescopio y los cristales de un microscopio. Entre lo lejano y lo cercano estamos obligados a vivir, mal que nos pese.</p> <p style="text-align: justify;"> El microscopio con la magia de sus cristales nos muestra que la vida puede ser unicelular y silenciosa. Los seres microsc&oacute;picos en su mayor&iacute;a contribuyen a nuestro equilibrio biol&oacute;gico, pero otros muchos se empe&ntilde;an en meternos en problemas.</p> <p style="text-align: justify;"> La tentaci&oacute;n a adquirir una vida de comensal con aspiraciones de par&aacute;sito cada vez es mayor. Demasiadas personas parecen que tienen muy presente que la vida comenz&oacute; por lo invisible a los ojos, y se afanan porque sus vidas regresen a esa vieja versi&oacute;n. La vida a expensas del otro es su objetivo.</p> <p style="text-align: justify;"> En el viaje diario por la escala m&eacute;trica, nos olvidamos que estamos obligados a darle dimensi&oacute;n a nuestros vidas. Debemos construirlas sobre par&aacute;metros que &nbsp;escapen a lo medible y &nbsp;el alma humana se reconozca. Un beso no pertenece a lo invisible, ni puede medirse en metros. La generosidad no cabe en un porta, o el amor se escapa a la electr&oacute;nica del mayor telescopio del mundo.</p> <p style="text-align: justify;"> La vida del par&aacute;sito es demasiado peque&ntilde;a para ser tan ansiada. Los d&iacute;as son muy tristes cuando se ocupan en el ejercicio de la envidia, en la visi&oacute;n corta y miope, en la cultura del m&iacute;nimo esfuerzo, en el ego&iacute;smo sin alma, en el &ldquo;que hay de lo m&iacute;o&rdquo;, en la contabilidad de las ofensas pasadas o en el &ldquo;ande yo caliente y r&iacute;ase la gente&rdquo;.</p> <p style="text-align: justify;"> Disfruto con la vida de las personas que no miden siempre sus palabras, no eval&uacute;an obligatoriamente los riesgos y se afanan m&aacute;s en pedir perd&oacute;n que permiso. En sus vidas no cabe lo cutre, lo vulgar o lo rastrero del parasitismo.</p> <p style="text-align: justify;"> Los hombres tenemos la oportunidad de&nbsp; vencer la tentaci&oacute;n de convertirnos en sanguijuelas glotonas&nbsp; y aspirar a tener dimensiones de gigantes.</p> <p style="text-align: justify;"> La Historia se escribe sobre los hombros esforzados de los que pudiendo ser protozoos quisieron conquistar el mundo para compartirlo con los dem&aacute;s. No hay sitio para ni una sola l&iacute;nea de las vidas microsc&oacute;picas.</p> <p style="text-align: justify;"> &nbsp;</p> <p style="text-align: justify;"> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p>