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El ala oeste de las primarias

<p style="text-align: justify;"> La pol&iacute;tica es un gabinete de rayos uva con bonos de promoci&oacute;n. En sesiones de ma&ntilde;ana y tarde, las pobres l&aacute;mparas fosforescentes no dan para tanta piel con aspiraciones que quieren salir bien en la foto.</p> <p style="text-align: justify;"> Los partidos pol&iacute;ticos llevan demasiado tiempo sin abrir las ventanas para que corra el aire y entre la luz del sol. De tanto rayo uva, muchos pol&iacute;ticos est&aacute;n achicharrados, y no entienden que la vida no es lo que ocurre entre las cuatro paredes del despacho de la sede de su partido. Los aparatos de los partidos s&oacute;lo dan para comprar cremas protectoras y que sigan las sesiones. El pago a la renuncia del servicio a lo&nbsp; com&uacute;n, es una pol&iacute;tica sin arrobas y sin deseos de dejar poso en la historia.</p> <p style="text-align: justify;"> Existen pocas oportunidades para que el aire fresco se cuele en la pol&iacute;tica espa&ntilde;ola. Las primarias es un escenario que en principio huele a limpio. Al &ldquo;establishment&rdquo; de la cosa le cuesta anunciar el ritual de sus luchas intestinas, m&aacute;s que a Yukio Mishima su propia muerte.</p> <p style="text-align: justify;"> La defensa de las posiciones pol&iacute;ticas de un candidato frente al del oponente puede ser tr&aacute;gica, pero sin duda adquiere tintes heroicos cuando debe defender su posici&oacute;n frente a los propios. Recuerden el dicho del &ldquo;cuerpo a tierra que vienen los nuestros&rdquo;.</p> <p style="text-align: justify;"> Si los partidos incluyeran en su cultura democr&aacute;tica la celebraci&oacute;n de primarias sin trampa ni cart&oacute;n, posiblemente los ciudadanos confiar&iacute;amos m&aacute;s en ellos.</p> <p style="text-align: justify;"> El PSOE ha anunciado que se abrir&aacute; en canal en Noviembre. Me encantar&iacute;a encontrar en sus primarias a personas con af&aacute;n de servicio, con oficio y poco beneficio, con el peso de una vida relevante antes de su incorporaci&oacute;n a la pol&iacute;tica, con experiencia en la navegaci&oacute;n de mares en calma y encrespados, con ilusi&oacute;n y sin el dedo marcado del aparato del partido en su espalda. Se me ocurre de inicio un nombre, el profesor, m&eacute;dico y diputado Pepe Mart&iacute;nez Olmos, que no s&eacute; si contempla jugar en la &ldquo;Champions&rdquo;, pero que sin duda tiene f&uacute;tbol en sus botas. Seguro que a ustedes se les ocurren algunos m&aacute;s.</p> <p style="text-align: justify;"> Si pudiera, llamar&iacute;a al que fuera el escritor de discursos del primer Obama, Jon Favreau, dedicado ahora a los guiones de series de televisi&oacute;n y le har&iacute;a un encargo: &ldquo;El ala oeste de las primarias&rdquo;.</p>