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La deconstrucción del palo y la rueda

<p> &nbsp;</p> <p style="text-align: justify; "> La rueda introdujo velocidad a nuestras vidas. Nos descubri&oacute; nuevos destinos que no hab&iacute;amos so&ntilde;ado y entonces nos dio por pedalear.</p> <p style="text-align: justify; "> Desde que lo relatara San Mateo en la conocida par&aacute;bola de los talentos, las personas con intenci&oacute;n de dejar poso en su vida, no han vuelto a enterrar su talento en la tierra por saber que al que tiene se le dar&aacute; y &nbsp;al que no tiene, aun lo que tiene le ser&aacute; quitado.</p> <p style="text-align: justify; "> En Espa&ntilde;a pasa algo parad&oacute;jico. Existen una minor&iacute;a de personas valientes y comprometidas, que sin miedo a perder su honra, hacienda y fama, construyen a diario ruedas. Tienen la capacidad y generosidad de invertir sus talentos para que otros puedan pedalear y llegar a los destinos que antes ni hab&iacute;an intuido. Hacen real lo que existe en sus cabezas, a base de esfuerzo, dedicaci&oacute;n y ri&ntilde;ones. Como explica el gran Alejandro Gonz&aacute;lez-Alorda, ellos saben que solos podr&iacute;an ir m&aacute;s r&aacute;pido, pero prefieren el concurso de los dem&aacute;s para poder llegar m&aacute;s lejos.</p> <p style="text-align: justify; "> En este pa&iacute;s de tardes de gloria con Perico Delgado e Indura&iacute;n, hay demasiada gente sin querer pedalear, porque es m&aacute;s f&aacute;cil y c&oacute;modo ir a rueda, y que otro tire. Prefieren observar c&oacute;mo&nbsp; sudan los que &nbsp;pedalean, e incluso se mofan de sus p&aacute;jaras. El colmo no es que uno no quiera subir al Tourmalet, sino que se atreva incluso a poner palos en la rueda de los que si tienen las agallas para intentarlo.</p> <p style="text-align: justify; "> Hay tantos palos como personas mediocres y envidiosas en esta tierra de p&iacute;caros, que entienden que el triunfo de una persona s&oacute;lo puede descansar en el fracaso de otros, la falacia de la suma cero. Posiblemente nunca lo entiendan, su ego&iacute;smo y vulgaridad les hace disfrutar m&aacute;s con la ca&iacute;da del que lo intenta que con sus pobres triunfos.</p> <p style="text-align: justify; "> Ferr&aacute;n Adri&aacute;, el ronco de los fogones, introdujo en nuestro vocabulario el verbo &ldquo;deconstruir&rdquo; para fastidiar nuestra tortilla de patatas y ponerla por las nubes, pero hay que reconocerle su m&eacute;rito. Con su permiso, quiero invitarles a que comencemos a &ldquo;deconstruir&rdquo; la pr&aacute;ctica tan extendida del palo en la rueda. La rueda debe correr y el palo perseguir al mediocre que no entiende que el talento debe ser favorecido y no entorpecido.</p> <p> &nbsp;</p>