El regreso de Naranjito
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Marzo es un mes sin versos ni sitio en el calendario. La sucesión de sus días intenta olvidar la tos seca de una gripe mal curada. En el desierto de sus horas grises, la voz imposible de Sabina invita al silencio en Málaga.</p>
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Sólo la promesa de la primavera, acelera el pulso de las gentes, enredadas en tareas comunes y sin rima. Para nuestra desgracia, la belleza de los primeros almendros en flor ha sido violentada por la convocatoria electoral andaluza.</p>
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Estas jornadas se convierten en una sucesión de mensajes políticos con tono de promesa de naturaleza gaseosa. En la prehistoria digital, evitando acudir a los mítines de la plaza del pueblo, uno podía salir indemne del fuego cruzado de los candidatos sin demasiado esfuerzo. Ahora es misión imposible. Por televisión, prensa, radio y redes sociales , los políticos se afanan en atraer la atención de los ciudadanos a cualquier precio, incluso el del ridículo.</p>
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Rafael Hernando, portavoz de los populares, político de nómina desde sus años de acné, y siempre preocupado por el cuidado de su cabello, se superó el pasado jueves.</p>
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De forma torpe, introdujo en su monólogo del día, alusiones a uno de nuestros personajes más queridos de los 80 , el bueno de Naranjito, con la intención de desacreditar a su rival político. Como si de un boomerang se tratara, las redes sociales se lo devolvieron como “trending topic” mundial bajo el “hastag”: #YoSoyNaranjito , Sus palabras se convirtieron en motivo de mofa para los propios, y de apoyo para los que pretendía ridiculizar.</p>
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Albert Rivera se ha ganado el derecho a ser escuchado por sus años de ejercicio honesto de la política en un escenario tan complicado como el catalán. Razones habrá para apoyarlo en sus propuestas políticas o para no sentirse atraído por su proyecto, pero nadie le podrá quitar el mérito y el valor de defender la postura más incomoda durante años, en una Cataluña pasada de kilos de nacionalismo excluyente.</p>
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Hernando ha construido, con sus torpes palabras, el relato de un Goliat demasiado confiado de su fortaleza, y ha despreciado a un David que sabemos tiene ya la piedra en su bolsillo y la honda en su mano.</p>
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Los andaluces imprimiremos color a este Marzo que cambiara nuestra historia política reciente. Las urnas nos facilitarán los diferentes tonos que gobernarán nuestras instituciones, y que necesariamente deberán encontrar su complementariedad.</p>
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El regreso de Naranjito es una buena noticia para nuestra sociedad con tanto traje gris y maquillador personal. Naranjito me recuerda al espíritu de Juanito de aquella selección española, y eso me gusta.</p>