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El viaje a ninguna parte

<p style="text-align: justify;"> Viajar es so&ntilde;ar sin pijama. Nuestro esp&iacute;ritu echa de menos nuestro pasado n&oacute;mada. No hay mejor cosa que poner kil&oacute;metros de por medio para situar nuestros desvelos en su lugar adecuado.</p> <p style="text-align: justify;"> La semana concedi&oacute; m&aacute;s relevancia a la salvaci&oacute;n de Bel&eacute;n Esteban en su cadena, que al debate pol&iacute;tico del parlamento sobre el estado de la naci&oacute;n. Mon&oacute;logos solemnes, con apoyo de una bancada en modo despedida, con vah&iacute;dos y partida de &ldquo;candy crush&rdquo; incluidos, que interesaron poco a una sociedad preocupada por los asuntos que les afectan y no por los de la pol&iacute;tica ficci&oacute;n.</p> <p style="text-align: justify;"> Los tertulianos en sus diferentes denominaciones procuraron sin &eacute;xito revitalizar el formato caduco de un encuentro parlamentario con demasiadas claves internas y poco inter&eacute;s por lo com&uacute;n.</p> <p style="text-align: justify;"> Cuando el sosiego alcanzaba las costas pol&iacute;ticas, una foto del se&ntilde;or Rodr&iacute;guez Zapatero sonriente junto al mandatario cubano, Ra&uacute;l Castro, ha puesto en ebullici&oacute;n de nuevo a las formaciones pol&iacute;ticas.</p> <p style="text-align: justify;"> Junto a su escudero Moratinos, han tenido a bien visitar Cuba, con intenciones privadas seg&uacute;n han declarado. Eligieron bien el lugar para con s&oacute;lo una instant&aacute;nea de su viaje, eclipsar los deseos de reforma del partido al que pertenecen o situar al gobierno de Rajoy en un escenario nuevo que no fuera el de la recuperaci&oacute;n econ&oacute;mica. En pol&iacute;tica se hace real siempre el aforismo del enreda que algo queda.</p> <p style="text-align: justify;"> En la noche en que Bono acogi&oacute; la melena de Pablo Iglesias y la sonrisa de Zapatero, seguro que hablaron de lo importante de descolocar a los propios y los extra&ntilde;os en el teatro de la pol&iacute;tica.</p> <p style="text-align: justify;"> De aquella velada, Pedro S&aacute;nchez comprob&oacute; que siempre hay que estar velando armas con los propios; de este viaje, Mariano Rajoy ha probado&nbsp; la misma medicina que Aznar dio a la administraci&oacute;n socialista.</p> <p style="text-align: justify;"> Sabemos lo que supuso para el rey Juan Carlos su &uacute;ltimo viaje en busca de elefantes, pero nuestros mandatarios siguen sin aprender y juegan con sus viajes de pol&iacute;tica &ldquo;low cost&rdquo;.</p> <p style="text-align: justify;"> Es com&uacute;n que los pol&iacute;ticos espa&ntilde;oles hablen en clave interna cuando est&aacute;n en el extranjero, y ninguna clave cuando est&aacute;n en el suelo patrio. No hay cosa que m&aacute;s agrade a un pol&iacute;tico espa&ntilde;ol que viajar a nuestros pa&iacute;ses hermanos y all&iacute; explicar lo que aqu&iacute; no son capaces.</p> <p style="text-align: justify;"> El plat&oacute; de la Esteban entendi&oacute; las maniobras televisivas a la primera y s&oacute;lo pudo gritar tongo como si de una velada pugil&iacute;stica ama&ntilde;ada se tratara.</p> <p style="text-align: justify;"> Rajoy y S&aacute;nchez tras colgar sus guantes y con sus piernas cansadas por una lona que todav&iacute;a no quieres probar, han quedado noqueados por una foto del viaje a ninguna parte de Zapatero.</p> <p style="text-align: justify;"> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p>