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Experimentos con la verdad

<p style="text-align: justify;"> La verdad no soporta las promesas de complicidad de la mentira. Los ropajes que acuden sol&iacute;citos a la llamada de la mentira, esconden la figura real de la verdad, que nunca teme a sus definidos contornos. La mentira tiene el enorme atractivo de prometer al hombre una responsabilidad limitada. La posmodernidad nos regal&oacute; el relativismo que quiso hacer de la verdad y la mentira dos caras de la misma moneda. La realidad nos dice que el camino de la verdad se dibuja como una l&iacute;nea recta, donde no caben los atajos que pretende alcanzar la mentira, pero seguimos equivoc&aacute;ndonos.</p> <p style="text-align: justify;"> En estos tiempos donde la informaci&oacute;n no es privilegio de unos pocos, y cabalga con la velocidad del &ldquo;adsl&rdquo; , la defensa de lo verdadero es m&aacute;s necesaria por razones de emergencia &eacute;tica.</p> <p style="text-align: justify;"> Nuestra sociedad est&aacute; acostumbr&aacute;ndose a admitir con demasiada facilidad la informaci&oacute;n el&aacute;stica que admite todo por destruir al adversario. Los hechos en su tozudez no pueden competir con las medias verdades, la mentira disfrazada, los voceros a tres turnos, los magnates de la informaci&oacute;n con mesa reservada, las productoras con presentador estrella&nbsp; y los periodistas sin alma. La verdad no puede encontrar su c&aacute;mara, su frecuencia o su columna, y se desvanece frente a un coro que pretenden generar desconcierto para imponer su opini&oacute;n o su posici&oacute;n.</p> <p style="text-align: justify;"> Las ideas nunca necesitaron de la fuerza ni la mentira para conquistar la raz&oacute;n humana. Cuando &eacute;stas vinieron a su auxilio, el precio que tuvieron que pagar fue demasiado alto, ya que las personas entendemos que lambas no pueden ser la antesala de ninguna propuesta humana.</p> <p style="text-align: justify;"> En las &uacute;ltimas semanas en Espa&ntilde;a hemos tenido que soportar el fuego cruzado de dos bandos politizados en encarnizado litigio. Con su af&aacute;n de vencer al adversario y llevarlo al ostracismo, han generado un clima de tensi&oacute;n y confusi&oacute;n vali&eacute;ndose de sentimientos primarios de la poblaci&oacute;n como el miedo, la ira o la venganza, sin respetar la verdad de los hechos ni aplicar la prudencia en sus expresiones. Con una postura predefinida, muchos responsables p&uacute;blicos y periodistas destacados, han forzado la interpretaci&oacute;n de la realidad sin af&aacute;n &nbsp;de informar, comunicar o compartir dudas y certezas, sino de vencer y da&ntilde;ar al adversario. Las sociedades nunca crecen bajo el lema &ldquo;de cuanto peor para todos mejor para algunos&rdquo;, pero ese ha sido el plato que nos han servido en nuestro men&uacute; diario.</p> <p style="text-align: justify;"> La sociedad espa&ntilde;ola que muestra inseguridad en muchos de los problemas que debe abordar, no necesita de las certezas de la mentira. No podemos admitir m&aacute;s experimentos con la verdad, cuando lo que necesitamos es el compromiso de las personas con lo aut&eacute;ntico y real.&nbsp;</p>