Política en bañador
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Agosto es el mes de la política. Cerrado el diario de sesiones, con las tertulias demasiado aburridas con sus equipos suplentes, el político de profesión pasa sus mejores horas en el chiringuito y las más productivas afilando su navaja.</p>
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En la última semana de Julio asistiremos a las noticias políticas más relevantes del curso, con el permiso de don Felipe VI </p>
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El yerno perfecto que es Pedro Sánchez comienza a sentir el peso de su nuevo cargo, con sus hipotecas y servidumbres. Mientras resuelve el misterio del triángulo de las primarias, con una llamada a tres o cuatro o a no sé cuántos, los suyos ajustarán cuentas internas con los que no les concedieron el pan ni la sal y ahora se hacen “selfies” con ellos.</p>
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Susana Díaz anda demasiado atareada pensando cuando va a anunciar el adelanto de las elecciones andaluzas. No quiere seguir dedicándole demasiado tiempo a la docencia de eso del federalismo, y ha concedido alguno de sus peones a Ferraz, reservándose sus mejores piezas para su partida de ajedrez particular. No le preocupa demasiado el PP de Juanma Moreno, que sólo se diferencia del de Javier Arenas en el factor de protección de su crema solar. Sus sabios consejeros le dicen a su oído que la tostada se la están comiendo por la izquierda. Los comunistas que ella necesita, como Valderas y sus amigos de dominó y coche oficial, son ya pasado. El malagueño Alberto Garzón cosecha más votos en sus cafés con Ana Rosa Quintana, que muchos de sus consejeros en años de legislatura con BOJA incluido, y eso le pone nerviosa. Por no decir nada, del fenómeno Podemos, que parece que tendrá un resultado histórico en los futuros comicios. Pablo Iglesias sabe que sus deseos de poder, pasan por jugar fuerte en Andalucía y no escuchar los cantos de sirena de futuros pactos.</p>
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Los sueños imposibles de Cataluña comenzarán a tornarse en pesadillas para muchos de sus prohombres. Ha comenzado el tiempo en el que se conocerá el mal olor de muchos de sus dirigentes que cayeron rendidos en los brazos de la corrupción. Restan dos o tres portadas más antes de que Mas se tome su último té en la Moncloa.</p>
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No hay santo sin su octava, ni político sin su Agosto.</p>
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