Nuevas políticas, viejos políticos
<div style="text-align: justify;">
La política interrumpe el sueño de los hombres. Añade urgencia a lo accesorio, y paga con la desidia a lo necesario. La vida discurre en una dirección, y descubre que la política corre en sentido contrario. El discurso político pesa demasiado, con tanto cargo sobre sus hombros.</div>
<div style="text-align: justify;">
El político se nos muestra como el joven titán Atlas, con el difícil encargo de sostener los pilares de la Tierra. Demasiado esfuerzo y sudor para que nos lo traguemos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los resultados de las pasadas elecciones europeas han introducido nuevos personajes y tramas en la función que llevaba años representándose. La respuesta de la clase política ha sido la del más discurso interno y de relevo en las sillas. Un quítate tú que me pongo yo. La sociedad les pide que construyan nuevas puertas y ventanas, y los políticos se afanan en seguir vendiendo espejos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Steve Jobs junto a la agencia TWBA escribieron el guión del nuevo anuncio de Apple en 1997 que se titulaba “Piensa diferente”. En él se hacía un alegato en favor del talento que puede cambiar el signo de la Historia. La empresa no quería tener una legión de clientes, sino compartir el camino con sus seguidores. Defendían que “las personas que están lo bastante locas como para creer que pueden cambiar el mundo, son las que lo logran”. </div>
<div style="text-align: justify;">
Algo de eso deberá comenzar a ocurrir en la política española. Las personas que están encontrando las nuevas preguntas y esbozando alguna de las respuestas, están construyendo la sociedad fuera de la política por el momento. No soportan el olor a cuartel y a alcanfor de los partidos políticos. Demasiada mediocridad para abordar la complejidad de nuestra realidad, que no puede encontrar soluciones en mentes poco cultivadas y vidas demasiado fáciles al calor del carguito. </div>
<div style="text-align: justify;">
Los ciudadanos pedimos superar la política añeja de la socialdemocracia que quedó petrificada en el estado del bienestar y en la defensa de lo público, o la de los liberales con una confianza ciega en un mercado que sólo se ha traducido en más impuestos y desigualdad para el común de los mortales.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hay vida fuera del discurso de lo políticamente correcto. Necesitamos que personas que están empeñadas en cambiar el mundo en su rincón , piensen en grande y apuesten por lo común.</div>
<div>
</div>